Benito Antonio Martínez Ocasio, o Bad Bunny, se ha convertido en un referente de la música latina a nivel mundial, incluso, su posición como cantante internacional le ha permitido desarrollar un papel influyente en su natal Puerto Rico cuando de política se ha tratado.
Por eso, aunque a mucha gente no le guste y critique el contenido de su música, el cariño y la buena recepción que la gente le ha dado a sus canciones, lo han llevado hasta los escenarios más importantes de la escena musical.
La música es una forma de expresión y arte que ha sido apreciada y disfrutada por la humanidad desde hace milenios. Cada persona tiene gustos y preferencias musicales únicas, pero lamentablemente, en algunos casos, se ha utilizado el gusto musical como una forma de medir la inteligencia de una persona.
En este sentido, el rapero puertorriqueño Bad Bunny se ha convertido en uno de los principales exponentes a la hora de efectuar estos exámenes de IQ, pues hay quienes aseguran que el gusto por el artista es sinónimo de estupidez.
Bad bunny protagoniza la primer portada en español de la revista Time
A pesar de las críticas, poco han afectado a la carrera de Bad Bunny. Después de siete años de trayectoria, sigue acumulando victorias, dinero y portadas. Y es que gracias a su exitosa carrera musical, Bad Bunny logró lo que ningún otro artista, actor o personaje latino ha alcanzado, ser el protagonista de la primera portada completamente en español de la revista Time.
La revista no solo le dedicó la portada, también le hizo una entrevista en la que el Conejo Malo mostró su lado más humano y habló, desde los recuerdos de su infancia en su pueblo natal en Puerto Rico, hasta cómo afronta las críticas de las personas a las que no les gusta su música.
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Bad bunny ¿El heredero de Michael Jackson?
No lo digo yo… lo dice la Revista Time
En su aparición en la revista Time, fue comparado con el mismísimo Michael Jackson y se convirtió en el primer artista en español en aparecer en la portada de la revista estadounidense. Además, se ganó el honor de ser posicionado en el mismo trono que ocupan artistas como “el rey del pop”.
Benito es un artista que ha sabido conectarse con su público a través de su música y personalidad auténtica. Su música es una mezcla de ritmos y géneros, que van desde el reggaetón y trap hasta el rock y la salsa. Sus letras son una mezcla de rimas ingeniosas y mensajes significativos, que hablan sobre temas como la política, la cultura, el amor y la vida cotidiana.
A pesar de su éxito, hay quienes continúan despreciando a Bad Bunny por su música y su estilo de vida. Muchos leerán la afirmación de que el gusto por Bad Bunny es sinónimo de estupidez y se lamentarán por existir en la misma línea temporal que “el conejo malo”. Otros culparán a la generación de cristal por ser demasiado sensible, y algunos seguirán su vida como si nada, más preocupados por encontrar una renta barata.
El artista confesó que, a diferencia de lo que se pensaría al escuchar las letras de sus canciones, él creció en un hogar muy católico junto a sus papás y sus dos hermanos.
También, reconoció que era buen estudiante y aunque tuvo que vivir momentos difíciles en su niñez al lado de su familia, Benito los describió como hermosos.
“Mi madre era maestra y mi padre era camionero. Así que sabes que éramos gente trabajadora. Muy católico, nosotros fuimos a la iglesia. Teníamos que hacerlo bien en la escuela. Crecí con mucho amor de mi madre y mi padre. Los vi a veces esforzándose, pasando por momentos difíciles para traernos comida y otros momentos fáciles. Fueron momentos hermosos, a veces de incertidumbre, pero al final siempre agradecido con el núcleo en el que crecí”.
Bad Bunny ha hablado también sobre el tema de la inteligencia y cómo no debería estar relacionada con el gusto musical de una persona. En una entrevista con la revista Rolling Stone en 2020, el artista dijo: «No entiendo por qué se relaciona la música con la inteligencia. Hay personas que pueden escuchar diferentes géneros y son muy inteligentes. Y hay personas que pueden escuchar música clásica y no saber nada sobre la vida. No tiene nada que ver».