Hemos estado equivocados todo este tiempo acerca de los mosquitos. Esos molestos bichos que nos impiden dormir por las noches en realidad no nos pican, ¡nos muerden!
Los mosquitos, siendo invertebrados, poseen estructuras bucales conocidas como dentículos, que les permiten perforar la piel y alimentarse. Estos dentículos, aunque no se asemejan a los dientes humanos, son utilizados para este propósito.
En la mayoría de los casos, un mosquito típico posee 47 de estos dentículos que emplea para penetrar la piel y extraer sangre.
El aparato picador-suctor de los mosquitos consta de un conducto que penetra la piel y, dentro de este, una parte destinada a la succión de la sangre. Las hembras de diversas especies de mosquitos, que son hematófagas, son generalmente las responsables de las picaduras, mientras que los machos no se involucran en este proceso, ya que se alimentan del néctar de las flores y rara vez ingresan en los hogares. Los dentículos de los mosquitos se encuentran distribuidos en forma de peine a lo largo del tubo suctor.
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Los mosquitos pertenecen a la familia Culicidae, que se divide en dos subfamilias: Anophelinae y Culicinae. Estas subfamilias comprenden 41 géneros y más de 3400 especies distintas, lo que refleja una gran diversidad. Algunas de estas especies son tan mortales que convierten al mosquito en el animal más peligroso del planeta.
Las piezas bucales de los mosquitos se han adaptado en forma de agujas o estiletes extremadamente delgados, que les permiten atravesar tejidos gruesos. El órgano picador de las hembras consta de seis partes: el labro epifaringe, que es un estilete; dos mandíbulas que forman el estilete interno; las maxilas, que componen el estilete externo; la hipofaringe, que pasa a través del canal salival; y el labio, que aloja todo el dispositivo succionador.
Las hembras tienen este aparato más desarrollado para su alimentación. Cuando pican, utilizan las seis partes para penetrar la piel, dejando expuesto solo el labio. Durante la picadura, inyectan anticoagulantes para facilitar la succión, aunque también pueden transmitir patógenos adquiridos de personas o animales enfermos.
Como resultado, los mosquitos son vectores de numerosas enfermedades, como la malaria, el dengue, la fiebre amarilla, la Chikungunya, la encefalitis, entre otras.
Otras curiosidades que quizás no conocías sobre los mosquitos
- La vida de los mosquitos es breve y varía según la especie, oscilando entre 10 días y un mes. Las hembras suelen vivir más tiempo que los machos, pero su expectativa de vida está influenciada por la temporada y su fuente de alimentación
- Pueden volar bajo la lluvia, y la explicación es puramente física. Debido a su baja masa, las gotas de lluvia pasan sobre ellos sin colisionar, lo que no afecta a su vuelo.
- Tienen una visión muy reducida, lo que los hace propensos a la confusión cuando se enfrentan a fuentes de luz artificial. Al igual que otros insectos nocturnos, los mosquitos pueden volar en círculos alrededor de una luz artificial.
- No se alejan demasiado de su ubicación. Normalmente, pueden percibir su entorno en un radio de unos 15 metros. Su capacidad para identificar sustancias como el dióxido de carbono que desprenden los mamíferos en su respiración se basa en su agudo sentido del olfato.
- Los mosquitos vuelan a una velocidad promedio de 2 km/h y generalmente permanecen en un radio de unos 100 metros de su criadero. Dependiendo de la especie, pueden volar a diferentes latitudes y altitudes sobre el suelo.
- Sorprendentemente, pueden detectar a sus víctimas hasta a 50 metros de distancia, utilizando primero el sentido del olfato para percibir el dióxido de carbono (CO2) que desprenden los mamíferos. Luego, a medida que se acercan, logran ver a su presa a una distancia de entre 5 y 15 metros, y, finalmente, son guiados por el calor que esta emite.
- La hinchazón que sigue a su picadura está relacionada con su saliva. La saliva del mosquito contiene proteínas que el sistema inmunológico de los mamíferos reconoce como sustancias extrañas, lo que puede causar picazón e hinchazón en la zona donde ocurrió la picadura. Aunque para la mayoría de las personas solo conlleva un par de días de picazón, en algunos casos puede desencadenar reacciones alérgicas.
Por último, a pesar de su pequeño tamaño, los mosquitos son responsables de transmitir enfermedades graves como la malaria, el zika, la fiebre amarilla o el dengue, lo que los convierte en los animales que causan más muertes en el mundo cada año.»