El fenómeno de la adaptación en live action del amado manga japonés One Piece ha llegado a Netflix y ha conquistado a espectadores de todo el mundo.
Este éxito no solo ha deleitado a los seguidores de la franquicia, sino que también ha atraído nuevas audiencias, llevando a la serie a lo más alto de las listas de popularidad.
En un período asombroso de tan solo una semana, desde el 28 de agosto hasta el 3 de septiembre de 2023, One Piece logró ingresar al Top 10 de Netflix en 93 países, acumulando un total de 18.5 millones de vistas en todo el mundo.
Para sorpresa de muchos, la serie debutó como número uno en 46 de estos países. Además, la recepción de la audiencia en Rotten Tomatoes ha sido abrumadoramente positiva, con un 96 por ciento de aceptación.
Esto ha superado con creces los récords previamente establecidos por series como «Merlina» o la cuarta temporada de «Stranger Things«, que lograron posicionarse como las series más vistas en 83 países durante sus respectivos fines de semana de estreno.
Sin embargo, la adaptación de One Piece ha logrado superar estos números, consolidándose como un fenómeno sin precedentes.
Muchas personas que, hasta ahora, no habían experimentado la historia detrás de One Piece, están quedando cautivadas por esta adaptación en live action. Aunque aún no se ha confirmado oficialmente una segunda temporada, el rotundo éxito sugiere que es muy probable que se materialice en un futuro próximo.
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Con más de mil capítulos emitidos desde 1997, algunos se preguntan cuánto de la aventura pirata de Monkey D. Luffy se podrá disfrutar en esta nueva versión de Netflix.
La adaptación abarca el primer arco conocido como East Blue, que corresponde a 95 capítulos del Manga y 47 del anime siendo estos los orígenes de cómo se va formando la tripulación de los sombreros de paja, y de cómo Zoro, Nami, Sanji y Usopp conocen y deciden seguir a Luffy en su camino para convertirse en el rey de los piratas.
El éxito tras las expectativas de One Piece en Netflix
Lo más sorprendente de este éxito es la forma en que ha desafiado las expectativas previas sobre las adaptaciones de series de anime japonesas a live action, teniendo como precedente series tales como Bleach: Burîchu, Cowboy Bebop, Death Note, Fullmetal Alchemist y Rurouni Kenshin: The Final. Se creía que estas adaptaciones no tenían éxito.
Pero One Piece ha demostrado que no existe una regla escrita que impida que un trabajo bien hecho triunfe.
The One Piece Live Action has reached top concurrent viewership in 84 countries, more than any show in Netflix history pic.twitter.com/oZvEqw5zOR
— Artur – Library of Ohara (@newworldartur) September 3, 2023
Un factor clave en el éxito de Netflix con esta adaptación ha sido la participación activa de Eiichiro Oda, el creador original del anime y el manga. Oda se involucró de manera sin precedentes en la producción, supervisando cada aspecto de la serie incluyendo la elección del elenco, tema que más le preocupaba a los seguidores de One Piece.
Aunque podría parecer una excentricidad, los resultados hablan por sí mismos. La serie ha conquistado no solo a los fanáticos acérrimos de One Piece, sino también a aquellos que generalmente no están interesados en la animación japonesa.
Esto deja ver en claro que cuando se hace una adaptación ya sea manga, anime o videojuego es muy importante el factor de ser fiel a su guión original y no como en muchos casos que se decía que sólo conservaban los nombres de los personajes.
Este éxito sirve como un recordatorio de que una adaptación bien ejecutada puede romper todas las expectativas y deleitar a un público diverso. One Piece ha demostrado que cuando se hace con pasión y cuidado, una historia puede trascender fronteras y cautivar a audiencias de todo el mun